Viaje a Asia 2009 (IV)

El segundo día en Kuala Lumpur, y ya que nos lo habían recomendado, escogimos una excursión de medio día a Batu Caves (Cueva de los Monos), cuesta 70 Ringgits por persona (unos 15€). Nos recogieron en el hotel en un minibús para 12 pasajeros y chofer que al mismo tiempo hacia de guía, eso sí, el chofer/guía solo hablaba inglés.

Esta cueva no sé porque tiene tanta importancia turística, para mí no vale nada, cientos de personas subiendo y bajando unas escaleras de 287 peldaños con muchísima pendiente, la verdad es que es agotadora la subida y la bajada también, para llegar a una cueva enorme donde no hay nada de nada, excepto como una especie de capillita donde los peregrinos hacen sus oraciones. La llaman la Cueva de los Monos, porque durante todo el tiempo que subes por la escalera está lleno de monos pasándote por delante y por detrás.

En la siguiente foto se ve una vista general de todo el complejo, destacando la escalera que aquí no parece tener tanta pendiente, además del buda enorme que parece hacer guardia en la cueva.

En esta otra fotografía si se puede apreciar la pendiente de la dichosa escalera.

Y en la siguiente foto se ve el interior de la cueva.

Subiendo por esta escalera se puede ver mucha gente portando ofrendas, en las fotos siguientes se puede apreciar incluso como suben niños metidos en una sabana amarilla colgando de dos cañas.

Finalmente la exclusión de medio día, se completa con una visita a una fábrica de tejidos, a la fabrica Royal Selangor que es donde se fabrica la aleación de metal con el que están construidas las torres Petronas, y finalmente nos enseñaron como se extrae el látex de un árbol que ellos llaman RABA realmente el árbol se llama Rubber y de los cuales hay en Malaysia grandes plantaciones.

Dado que la excursión solo es de medio día, a la hora de comer ya te dejan de vuelta en el hotel, así que la tarde la dedicamos a realizar los últimos paseos y compras en esta ciudad, yo aproveche para comprar varios relojes Rolex que me habían encargado, son exactamente iguales que los de verdad y se venden a precios que oscilan entre los 10 y los 50 euros según modelos. Además de imitaciones de relojes de todas las marcas, también se pueden comprar toda clase de objetos, ropa, bolsos, etc. etc., todo falsificado, a precios insignificantes.