En muchas ocasiones los que tenemos blogs en la red, o nos consideramos bloggers, estamos en la difícil situación de explicarle a cualquiera de los comunes mortales a lo que nos dedicamos en nuestro tiempo libre, ese que usamos según ellos, en mal gastar el tiempo delante de una pantalla de ordenador.
La explicación más frecuente a la que yo creo que recurrimos la mayoría, es a la típica de: “soy blogger”.
Normalmente después de decir esta palabrota se suceden risas o mofas similares, pero a nosotros no nos importa y solemos salir con alguna excusa típica como: "me leen tantas personas" o simplemente, “mejor que estar encerrado en casa viendo los programas basura o de cotilleo como tú", o tambien otra: "cada uno emplea su tiempo como mas le gusta".
Ser blogger en mi opinión es algo más complejo que todo ésto.
Posiblemente si le preguntaramos a varios bloggers lo que consideran serlo, cada uno nos daria una definición distinta a la de los demás, esa es en parte la gracia de ser blogger.
Para mí personalmente ser blogger es una conjunción de varias cosas que resumiría en: poder enseñar a la gente cosas que me encuentro, veo o simplemente conozco y me gustan, para que los que me leen se lo pasen igual de bien que me lo paso yo cuando las veo. Eso es para mí ser blogger, compartir información, humor y a veces algo de la poca sabiduría que tenemos cada uno.
Matizaría aún más, a quién le gusta bloggear es posible que lo haga por que le gusta o tambien por motivos personales.
Además al blogger, lo que puede reconfortarle más en el mundo no son, ni las visitas, ni los ranking, sino un simple comentario de: “gracias, me ha encantado tu post sigue así” esto vale muchos más que muchas visitas que no comentan nada o muy buenas posiciones en los rankings.
Eduardo Punset, es el científico español por el que siempre he tenido gran admiración, incluso en su etapa de ministro, cuando lo fue en el primer gobierno de la democracia, si no recuerdo mal.
He tenido la suerte de encontrar en Youtube, el video que pongo en esta entrada, donde habla de la relación entre la ciencia química y la sociedad, también me ha parecido muy interesante como define algunas cosas como el stress o el insomnio.
El video a mi me ha parecido súper interesante, es un poco largo ya que tiene una duración de casi media hora, pero si teníais este tiempo disponible, vale la pena verlo.
Internet es un lugar donde se puede encontrar casi todo, mira por donde he ido a parar a la web de Yanko Design y me he encontrado estas “chancletas” tan chulas (por lo menos a mi me han llamado la atención).
Seguro que estas marcas que normalmente dejan las chancletas, con estas no se produciran visto su diseño, y la forma de la suela tanmbien es original y da la impresion que andar con ellas tiene que resultar un agradable masaje.
La siguiente etapa del viaje nos llevo hasta Bangkok la capital de Thailandia.
El vuelo Kuala Lumpur a Bangkok lo hicimos con la compañía Malaysia Airlines, fabulosa, después de Singapore Airlines y de todas las compañías con la que he volado, la mejor sin duda, avión grande y espacioso (un A330-200) atención insuperable y degustación gratis en un vuelo a las 4 de la tarde, en el que nos dieron bocadillos con la bebida deseada a escoger.
Una vez en Bangkok y después de admirar el nuevo aeropuerto que es inmenso y súper moderno, nos trasladamos al hotel en pleno centro de la ciudad.
Lo primero que tengo que decir es que Bangkok es una ciudad caótica, sucia y contaminada como nunca había visto, con decir que haciendo un cálculo aproximado, diría que entre un 5 y 10 por ciento de la gente va por la calle con mascarilla.
El trafico es brutal, allí no hay ITV ni nada parecido que controle el estado de los vehículos, principalmente los Tuk-Tuk estos taxis de tres ruedas de los que hay a miles y que en mi opinión son los que más contaminan, es tal la contaminación de esta ciudad que nunca se ve el sol, es como si lo miraras con un cristal ahumado, debido a la nube de mierda que cubre la ciudad.
En cuanto a la suciedad que se observa por todas partes, es incomprensible que en nuestros días y en una ciudad tan poblada este de esta forma, no es raro ver ratas cruzando cuando vas andando por aquellas aceras, sucias, destruidas y llenas de tenderetes de comida callejera. Yo no tengo muchas manías en cuanto a las comidas, de hecho en Asia las dos veces que he estado, he comido de todo, pero de ahí a comer en los tenderetes de comida callejera, vamos, en algunos ni si me lo regalan.
Bien, el primer día en Bangkok, o mejor la primera tarde/noche nos fuimos a cenar a un mercado nocturno, también es a base de comida callejera, pero algo más selecto que lo que se puede ver por las calles y a lo que he hecho mención en el párrafo anterior, cenamos bastante bien y nos salió por unos 200 Baht, menos de 5 euros (el Bath es la moneda de Thailandia).
Al día siguiente decidimos ir de monumentos, los hay por todas partes, de todas las formas y colores, a cual más espectacular y más bonito, fue un día agotador pero valió la pena, pongo algunas fotos de las 300 y pico que hice este día, aprovecho para comentar que durante los 18 días de viaje hice casi dos mil fotos.
Queda una última parte del viaje que comentare en la siguiente y última entrada correspondiente a este viaje.
El segundo día en Kuala Lumpur, y ya que nos lo habían recomendado, escogimos una excursión de medio día a Batu Caves (Cueva de los Monos), cuesta 70 Ringgits por persona (unos 15€). Nos recogieron en el hotel en un minibús para 12 pasajeros y chofer que al mismo tiempo hacia de guía, eso sí, el chofer/guía solo hablaba inglés.
Esta cueva no sé porque tiene tanta importancia turística, para mí no vale nada, cientos de personas subiendo y bajando unas escaleras de 287 peldaños con muchísima pendiente, la verdad es que es agotadora la subida y la bajada también, para llegar a una cueva enorme donde no hay nada de nada, excepto como una especie de capillita donde los peregrinos hacen sus oraciones. La llaman la Cueva de los Monos, porque durante todo el tiempo que subes por la escalera está lleno de monos pasándote por delante y por detrás.
En la siguiente foto se ve una vista general de todo el complejo, destacando la escalera que aquí no parece tener tanta pendiente, además del buda enorme que parece hacer guardia en la cueva.
En esta otra fotografía si se puede apreciar la pendiente de la dichosa escalera.
Y en la siguiente foto se ve el interior de la cueva.
Subiendo por esta escalera se puede ver mucha gente portando ofrendas, en las fotos siguientes se puede apreciar incluso como suben niños metidos en una sabana amarilla colgando de dos cañas.
Finalmente la exclusión de medio día, se completa con una visita a una fábrica de tejidos, a la fabrica Royal Selangor que es donde se fabrica la aleación de metal con el que están construidas las torres Petronas, y finalmente nos enseñaron como se extrae el látex de un árbol que ellos llaman RABA realmente el árbol se llama Rubber y de los cuales hay en Malaysia grandes plantaciones.
Dado que la excursión solo es de medio día, a la hora de comer ya te dejan de vuelta en el hotel, así que la tarde la dedicamos a realizar los últimos paseos y compras en esta ciudad, yo aproveche para comprar varios relojes Rolex que me habían encargado, son exactamente iguales que los de verdad y se venden a precios que oscilan entre los 10 y los 50 euros según modelos. Además de imitaciones de relojes de todas las marcas, también se pueden comprar toda clase de objetos, ropa, bolsos, etc. etc., todo falsificado, a precios insignificantes.
El primer día en Kuala Lumpur, es obligada la visita a las torres Petronas, nosotros decidimos ir andando ya que aparentemente no quedaban muy lejos del hotel, pero en ciudades tan grandes las distancias también son grandes, así que desde el hotel hasta llegar a las torres nos llevo más de una hora andando, justamente era el lunes 26, y en toda Asia este año 2009 los días 26 y 27 de enero se celebraba el nuevo año chino, con lo cual fueron dos días festivos, así que durante la caminata por la ciudad, había muy poco tráfico y poca gente por las calles.
Una vez en las torres, nuestra intención era visitarlas, bueno, lo único que se puede hacer es subir hasta el pisco 41 donde hay una pasarela que une las dos torres, y volver a bajar, todo en ascensores, por lo que, grandes vistas no se pueden esperar.
La sorpresa fue que a las 11 de la mañana cuando llegamos ya no había pases para subir, según nos comentaron, para conseguir un pase hay que estar en la cola a las 7 de la mañana, de lo contrario es muy difícil conseguir un pase, total que descartamos el levantarnos al día siguiente a las 6 de la mañana para ir la cola a las 7, de todas formas como ya he comentado no tiene gran aliciente subir en ascensor, pasar por la pasarela del piso 41 y volver a bajar por la otra torre.
Hicimos un montón de fotos y video, de los cuales pongo algunos y seguidamente decidimos ir a visitar la KL Tower o Torre de Comunicaciones.
La KL Tower es como el pirulí de tve en Madrid, pero con la diferencia que se puede visitar ya que en el primer piso de la torre hay un mirador y en el tercero un restaurante.
El primer piso de la KL Tower, o sea donde está el mirador, tiene una altura de 310 metros que se suben en un ascensor en menos de 30 segundos.
Las vistas desde el mirador son impresionantes, se ve todo Kuala Lumpur, por cierto para subir al mirador hay que pagar 43 Ringgits (nueve euros y pico) por persona, eso sí, puedes estar en el mirador todo el tiempo que quieras, es enorme, yo calcule que habría unas 300 personas, hay tiendas, restaurantes, etc.
En el segundo piso hay un restaurante con la particularidad de que cuando estas sentado en la mesa cenando, va dando la vuelta, da una vuelta entera cada hora. Así que decidimos comprar los boletos para ir por la noche a cenar por 163 Ringgits (unos 35€) y disfrutar de las vistas nocturnas desde allá arriba.
La comida no es nada del otro mundo, si todavía no lo he dicho, lo digo ahora, la comida asiática tiene poca variedad de sabores, por lo menos en mi opción, todo es muy parecido y generalmente picante, por tanto esa cena no fue distinta, es cena a base de bufet y el único aliciente fue disfrutar de las vistas nocturnas a una altura de unos 325 metros, después de cenar bajamos al segundo piso, donde hay una discoteca, música en directo y exposición de artilugios malayos.
Para terminar esta entrada en el blog, pongo un enlace a un album de fotos tomadas desde el mirador de la KL Tower a unos 310 metros de altura.
Después de estar unos días en Singapur, el domingo 25 de enero nos fuimos a Kuala Lumpur, la capital de Malaysia.
El viaje lo hicimos en BUS, se trata de un viaje que cuesta unos 30 euros por persona, tiene una duración de unas 5/6 horas, es algo pesado pero al mismo tiempo entretenido.
Hay que ver la cantidad de gente que usa este sistema de transporte entre Singapur y Kuala Lumpur y viceversa, sin exagerar puedo afirmar que cada día hacen el trayecto unas 20 compañías de autobús con un mínimo de 5 trayectos en cada sentido, o sea unos 100 autobuses en cada sentido diariamente. Parece una exageración, pero claro se trata de autobuses con solo 18 asientos, incluso los hay de solo 12 asientos (son más caros) todos son súper cómodos dada la amplitud de los mismos. En este sentido nosotros no tuvimos mucha suerte, porque nos toco un BUS bastante antiguo de 22 asientos, pero fue cómodo, ahí va una foto de BUS que nos toco.
Lo más tedioso del viaje son las tres paradas que hace, la primera al cabo de una hora de salir de Singapur, para pasar la frontera de salida con el correspondiente trámite de inmigración de salida.
La segunda parada a los 4/5 km de abandonar Singapur vuelve a parar en la otra frontera para el trámite de inmigración de entrada en Malaysia, este es más complicado porque a la entrada siempre hay que rellenar los papeles de inmigración, y además es este caso, bajar las maletas y todos lo que lleves del BUS y pasarlo por el scanner y los arcos de seguridad.
La tercera parada es para comer sobre las dos de la tarde en uno de estos mercados tan curiosos que tienen los asiáticos, donde hay un montón de chiringuitos que venden todo tipo de comida, y en el centro del mercado cientos de mesas para que escojas la que quieras, vas comprando en cada chiringuito los platos que más te gusten, pagas y te los comes en la mesa.
La siguiente etapa del viaje ya es toda de un tirón, con una duración de más de tres horas, para llegar finalmente a la estación central de autobuses de Kuala Lumpur, donde termina el viaje.
Ahora hay que buscar una taxi para que nos lleve al hotel, y ahí viene la novedad, porque en Malaysia el 90% de los taxis no llevan taxímetro, es a precio fijo previa negociación con el taxista, es muy divertido coger un taxi y tener que negociar el precio, dependiendo del destino, incluso los taxis que si llevan taxímetro, tienes que negociar si iras con el precio del taxímetro o llegar a un acuerdo de un precio fijo, a todo esto añádele que muy pocos taxistas hablan ingles, o si lo hablan, lo hablan muy mal, total una odisea.
La primera etapa como el año pasado ha sido Singapur ya que queríamos estar unos días con mi sobrino que vive allí.
Como el año pasado ya conté mis aventuras por allí, este año únicamente hemos visto una zona que en el anterior viaje no nos dio tiempo a visitar, que es el llamado Little India. Se trata de una zona donde únicamente vive la población de origen indio, pongo unos videos para que os hagáis una idea de cómo viven y como comercian con todo tipo de productos, principalmente joyería/bisutería.
Mi gran ilusión era poder montar en la noria, ya que el año pasado todavía no estaba terminada y por tanto no funcionaba, pero Murphy hace de las suyas, y debido al accidente que hubo el pasado mes de diciembre, todavía estaba parada pendiente de pruebas y nuevos permisos, así que tampoco fue posible subirme a la mencionada noria, me tuve que conformar con hacerle una foto.
