Viaje a Asia 2009 (II)

Después de estar unos días en Singapur, el domingo 25 de enero nos fuimos a Kuala Lumpur, la capital de Malaysia.


El viaje lo hicimos en BUS, se trata de un viaje que cuesta unos 30 euros por persona, tiene una duración de unas 5/6 horas, es algo pesado pero al mismo tiempo entretenido.

Hay que ver la cantidad de gente que usa este sistema de transporte entre Singapur y Kuala Lumpur y viceversa, sin exagerar puedo afirmar que cada día hacen el trayecto unas 20 compañías de autobús con un mínimo de 5 trayectos en cada sentido, o sea unos 100 autobuses en cada sentido diariamente. Parece una exageración, pero claro se trata de autobuses con solo 18 asientos, incluso los hay de solo 12 asientos (son más caros) todos son súper cómodos dada la amplitud de los mismos. En este sentido nosotros no tuvimos mucha suerte, porque nos toco un BUS bastante antiguo de 22 asientos, pero fue cómodo, ahí va una foto de BUS que nos toco.


Lo más tedioso del viaje son las tres paradas que hace, la primera al cabo de una hora de salir de Singapur, para pasar la frontera de salida con el correspondiente trámite de inmigración de salida.

La segunda parada a los 4/5 km de abandonar Singapur vuelve a parar en la otra frontera para el trámite de inmigración de entrada en Malaysia, este es más complicado porque a la entrada siempre hay que rellenar los papeles de inmigración, y además es este caso, bajar las maletas y todos lo que lleves del BUS y pasarlo por el scanner y los arcos de seguridad.

La tercera parada es para comer sobre las dos de la tarde en uno de estos mercados tan curiosos que tienen los asiáticos, donde hay un montón de chiringuitos que venden todo tipo de comida, y en el centro del mercado cientos de mesas para que escojas la que quieras, vas comprando en cada chiringuito los platos que más te gusten, pagas y te los comes en la mesa.

La siguiente etapa del viaje ya es toda de un tirón, con una duración de más de tres horas, para llegar finalmente a la estación central de autobuses de Kuala Lumpur, donde termina el viaje.

Ahora hay que buscar una taxi para que nos lleve al hotel, y ahí viene la novedad, porque en Malaysia el 90% de los taxis no llevan taxímetro, es a precio fijo previa negociación con el taxista, es muy divertido coger un taxi y tener que negociar el precio, dependiendo del destino, incluso los taxis que si llevan taxímetro, tienes que negociar si iras con el precio del taxímetro o llegar a un acuerdo de un precio fijo, a todo esto añádele que muy pocos taxistas hablan ingles, o si lo hablan, lo hablan muy mal, total una odisea.

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