Viaje a Singapur (I)

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Que rápido pasa todo, meses preparando con ilusión este viaje, parecía que nunca tenía que llegar el día, y en un plis plas ha pasado todo, ya estamos de vuelta y ahora toca aburriros al contar mis experiencias en aquel país.

Nos tocaba volar el lunes 23 a las 09:35 de la mañana y al final salimos con hora y media de retraso debido a la llegada tardía del avión.

El vuelo es pesado ya que se trata de 14 horas sin bajarse para nada del avión, aunque hace una parada de casi una hora y media en Milán, eso sí, hay que agradecer a Singapur Airlines lo bien que ha montado el entretenimiento a bordo, con pantallas individuales, cine, música, juegos, etc.etc.

Llegada a Singapur a las 7:35 de la mañana del martes, cansados y sin dormir, pero hay que empezar a disfrutar de la estancia.

Al salir del aeropuerto por la autopista, tuvimos la suerte de ver el único A380 comercial en servicio que existe actualmente, estaba aparcado pero destacaba sobre el resto, fue una suerte.

Al llegar al hotel nos dicen que hasta la una del medio día no podemos ocupar las habitaciones, así que decidimos dar el primer paseo por los alrededores.

Antes de continuar conviene aclarar para aquellos que no lo sepan, que Singapur (ciudad/estado) está formada por tres razas principalmente, la china, la inda y la malaya que en total suman unos 4,5 millones de habitantes, mas 1,5 millones de población flotante durante todo el año.

Debido a esta mezcla de razas, cada una con su idioma propio, sorprende y dificulta muchísimo entenderles cuando hablan en ingles, el idioma oficial del país, principalmente los no nativos o sea los que no han estudiado ingles desde la infancia, más o menos lo que nos pasa a los que no hablamos ingles sino espanglish, pues allí para hacer un símil hablan en chininglish (los chinos), indinglish (los indios) y malayinglish (los malayos), total un caos y no hay dios que les entienda, así que yo me sentía el rey del espangish porque comparado con ellos yo hablo un inglés casi perfecto, por lo menos se me entiende.

En nuestra primera toma de contacto con la ciudad durante este paseo matinal mientras esperábamos poder ocupar nuestras habitaciones, y más despistados que un pulpo en un garaje, fuimos a dar sin querer con el Thaipusan Festival, mas tarde supimos que habíamos ido a parar al barrio denominado Litle India y así pudimos contemplar este festival indio, se trata de un desfile de la gente india ataviada con vistosos trajes, descalzos y exóticamente pintados, pongo algunas fotos a continuación.


Cansados de andar sin rumbo y ya siendo cerca de las dos de la tarde, decidimos buscar algún lugar donde comer y finalmente fuimos a parar a un restaurante chino.

Hacemos la comanda de aquello que más nos pareció comestible, todo estaba escrito en caracteres chinos y una pequeña explicación en ingles con letra muy pequeña, total que nos traen la comida y los palillos, uy los palillos, no sé si alguien los ha intentado utilizar en alguna ocasión, yo fui incapaz en toda la semana de pillar algo con ellos, total que le pido tenedores y como a mí me habitan traído dos muslos de pollo con salsa muy picante y unas patatas hervidas, también les pedí un cuchillo, la respuesta fue “We have no knives” o sea, no tenemos cuchillos, así que tuve que apañármelas para cortar los mulos entre el tenedor y una especie de cuchara de porcelana que te ponen siempre (ver foto), al final como es natural termine comiendo el pollo con las manos.


Después de comer, al hotel rápidamente y descansar ya que llevábamos 30 y pico de horas sin dormir.

Por la tarde ya tendríamos a mi sobrino que trabaja allí y conoce la ciudad, como guía, la cosa ya fue diferente.

Esto fue el primer día de nuestra estancia, seguiré contando cosas.