Guarreria guiri

Lo de ser abuelo es una alegría inmensa, no hace falta jurarlo, pero ejercer de abuelo, que significa guardarlos entre 8 y 10 horas cada día, es un verdadero coñazo, por esto hay que buscarse la vida como sea, y una de las formas de entretenerlos y así matar horas, es llevarlos a pasear, a algún parque, o a veces simplemente a dar una vuelta con el coche.

Así que dicho y hecho, esta mañana me he llevado a dos de los tres que tengo, por cierto, mas uno en camino, así que para noviembre, un empreñito mas, quería decir nietecito, decía que me he llevado a dos de mis nietos, una de 4 años y el otro recién cumplidos los dos añitos, y hemos ido a parar a ese parque pequeñito que hay en el Paseo Marítimo justo debajo de los molinos del Jonquet, donde mientras los niños corrían por allí yo me he podido tomar una cañita de cerveza.

Esta zona está rodeada por un seto, bastante bien cuidado, y en eso que veo venir un guiri de unos cincuenta y pico de años, en pantalón corto y mas blanco que un vaso de leche, en eso que a unos 30 pasos antes de llegar a las mesas del chiringuito donde yo me tomaba la cerveza y los niños corrían por allí, el guiri se arrima al seto, se saca la pirula y se pone a orinar sin ningún reparo, pudor o miramiento.

El pequeño mío con sus dos añitos, no ha tenido otra ocurrencia que acercarse al hombre lo mas que ha podido, ha estado observando el espectáculo, incluso sin saber hablar todavía, me parece que le decía, guiri guarro, guiri guarro, hasta que el abuelo, o sea yo, le he pegado un grito para que se alejara del descortés guiri meón.

La lástima ha sido que justamente hoy no llevaba la cámara de fotos, y en esta ocasión no se puede aludir a Murphy, sino a que es imposible ir con los críos mas una bolsa con una botella de agua, un pañal por si las moscas, la cartera, las llaves, el móvil y no sé cuantas cosas más, por este motivo es el porqué no llevaba la cámara para dejar bien retratado la guarreria guiri.